CADUCIDAD FÁRMACOS
Algunos aviarios cuentan con botiquines de fármacos con un volumen de medicamentos realmente asombroso. A la farmacodependencia que tienen algunos criadores de pájaros tales como canarios, jilgueros o pequeñas psitácidas a los productos medicamentosos, se une una mala conservación de los medicamentos y con ello un mal uso de los mismos. Son nuestras apreciadas aves las que sufren la peor parte de todo ello.
En ésta entrada haremos un pequeño repaso sobre la conservación de los medicamentos. Para ello, es muy importante que todo criador de aves conozca el concepto de estabilidad de los fármacos y los factores más habituales que afectan a la misma en los aviarios deportivos.
La estabilidad de un fármaco se define como el tiempo desde su fabricación en el que no pierde su actividad química y/o física. Este concepto está íntimamente relacionado con la caducidad. La caducidad indica el tiempo en el que el medicamento debe mantenerse estable bajo condiciones de almacenamiento adecuadas.
Los factores que pueden afectar a la estabilidad de los fármacos son generalmente:
1.-Humedad: La humedad puede producir ablandamiento o efervescencia. Los fármacos deben conservarse en lugares secos y bien ventilados. La humedad ideal es de 60 a 70%. Un ejemplo de los fármacos que utilizamos en ornitología que pueden verse afectados por la humedad son las cápsulas de algunos antifúngicos (Fluconazol) o protectores hepáticos (Silimarina).
2.- Temperatura: las altas temperaturas favorecen la degradación. La temperatura óptima está entre 15° y 30° Centígrados. Un buen ejemplo de ello lo tenemos en los probióticos tales como el proflora avis que se degradan rápidamente a temperaturas superiores a 15ºC.
3.- Luz: La incidencia de la luz directa produce fotodegradación. La luz es responsable de degradar algunas moléculas de fármacos. Es por ello que algunos envases son opacos o tienen indicaciones de protección de la luz solar. Las vitaminas se degradan fácilmente en presencia de la luz.
4.- Oxígeno: La apertura continua del frasco favorece la oxidación.
5.- Dióxido de carbono: Produce cambios en el ph de las soluciones y precipitación. La enrofloxacina precipita formando pequeños cristales en el fondo del envase.
6.- Vaporización: Algunos fármacos y sus excipientes pueden volatilizarse con la apertura repetida del envase con la consecuente pérdida de principio activo.
7.- Degradación biológica: los jarabes y sustancias glucosadas, pueden sufrir fermentaciones por la proliferación de levaduras.
Todos estos factores pueden contribuir a una pérdida de efectividad de las sustancias farmacológicas que utilizamos en el aviario, llevando, muchas veces, a malos resultados en la aplicación de tratamientos.
Ocasionalmente, el criador se queja de que algún fármaco no funciona o que la prescripción del veterinario no ha sido adecuada, pero deberíamos hacer algunas reflexiones respecto a la conservación de los productos y su forma de uso.
Es muy importante también respetar las indicaciones del fabricante respecto a la durabilidad del medicamento una vez abierto o reconstituido (ejemplos: el Baycox, cuya indicación del fabricante es que no debe ser utilizado después de tres meses abierto; o el Itraconazol que una vez abierto no debe utilizarse después de 1 mes).
Muchos fármacos no tienen efecto ninguno si no se respetan éstas indicaciones, dando lugar evidentemente a fracasos en los tratamientos.