PLANTAS TÓXICAS

La utilización de plantas silvestres en la ornitología deportiva es una pauta habitual entre los criadores. Las plantas y verduras son utilizadas para humedecer y suplementar pastas de cría y/o ponerse a libre disposición en las jaulas para que sean nuestros pájaros quienes se alimenten de ellas, acorde a necesidad. Las plantas y hierbas silvestres nos ofrecen una magnífica fuente de vitaminas y micronutrientes esenciales que son unos estupendos aliados para la cría de pájaros de jaula. No obstante, no todas las plantas y verduras silvestres son aptas para la alimentación de los canarios, por lo que es muy importante conocer aquellas que puedan ser tóxicas.

Gran mayoría de las plantas tóxicas que se conocen han sido estudiadas en mamíferos, siendo extrapolados los datos de estudios realizados a las aves. Quedan muchos estudios de toxicidad por hacer en las distintas especies de aves pues la toxicidad depende de muchos factores entre los que destacan el tipo de ave y especie, el tamaño de la misma, la alimentación, la velocidad de tránsito digestivo, el principio activo tóxico ingerido y la dosis de principio activo ingerida, entre otras…

Estudios realizados en 1992 por Arai y colaboradores mostraron la toxicidad que tenían sobre el canario 14 plantas tóxicas. Del estudio se concluyó una toxicidad elevada de Oleander nerium (Baladre, laurel de flor rosa) causada por la presencia en esta planta de glucósidos cardiotóxicos. Otras plantas investigadas fueron el lupino que contiene Alcaloides.

La diefembaquia (Dieffenbachia seguine) es otra planta que contiene saponinas, alcaloides y glucósidos. A  una dosis de 120 mg, los canarios que habían tomado la planta morían cerca de dos horas después tras una fase de dificultades respiratorias, hipersalivación y transtornos neurológicos.

Digitalis purpurea (dedalera, chupamieles) por su contenido en glucósidos cardiotóxicos también resultó ser tóxica.

Las bayas del tejo, el rododendro, el ligustro (Ligustrum vulgare) y la pyracantha (Pyracantha coccinia) no producían la muerte en pequeñas cantidades pero sí daban lugar a un cambios de consistencia de las heces y un erizamiento y malestar generalizado de los canarios del estudio.

Otros estudios realizados por Shropshire y colaboradores con diversas plantas y frutas, comparando canarios con periquitos, concluyeron que los canarios son mucho más sensibles que las psitácidas a la gran mayoría de plantas y frutas tóxicas para las aves pues las psitácidas tienden a «forragear» diferentes plantas del medio natural por lo que puede que hayan podido desarrollar mayor resistencia a las sustancias tóxicas de algunas plantas.

 

¿Has tenido alguna mala experiencia al alimentar a tus aves con alguna planta tóxica?

 

 

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Autor: Herminio Conca Boluda



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